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PEDIATRÍA

¿CÓLICO DEL LACTANTE?

14/5/2019

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¿Es un mito? ¿Una realidad?

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Cuando las madres, sobre todo las primerizas, acuden a consulta (normalmente para recuperación postparto) siempre me gusta preguntar por sus retoños.


Siendo ellas el principal objetivo de mi tratamiento, es inevitable, y casi obligatorio, contemplar en esta esfera de recuperación al bebé. Si el bebé no está bien, la mamá tampoco lo está. Si el bebé tiene dolor, la madre, sufre con él. Si la mamá padece una depresión postparto, en todas sus variables y grados posibles, el lazo mamá-bebé se establecerá con mayor dificultad.
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Consejos de abuelas, familiares, amigas, profesionales sanitarios formados en diferentes escuelas, o poco actualizados (o sobre actualizados) pueden ser para los padres el cóctel Molotov perfecto para generar ansiedad y confusión. Los primeros y nuevos buenos-padres se preguntan, ¿lo estamos haciendo bien? ¿A quién hago caso?

Hace algún tiempo zanjaba la cuestión con “sigue tu instinto y piensa que todo está bien así”, o “toma una decisión y síguela teniendo paciencia y siendo firme con ella”...

No puedo dejar de ser un elemento más en ese cóctel pero, con mimo, paciencia y respeto. Poniendo sobre la mesa los conocimientos que tengo y siempre con ciencia, con referencias bibliográficas o dando nombre a mis maestros.

Es por ello que sobre este tema estoy empeñada en seguir aprendiendo. Esta es una parte de lo que tengo que contaros sobre el cólico del lactante.


El cólico del lactante es una realidad. Cursa con dolor, luego por ello, es también competencia del fisioterapeuta preparado para ello. Forma parte del desarrollo psicomotor y neurológico del recién nacido, aunque no todos los bebés lo padecen y nuestro objetivo número uno será evitarlo, en lugar de tener que tratarlo. Y sí, su evolución también es objeto de nuestros conocimientos y tratamientos. Así que los fisioterapeutas tenemos mucho que decir y que ayudar. ​
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5 TIPS PARA AYUDAR A TU BEBÉ (CON O SIN CÓLICO DEL LACTANTE)


1. NO SATURES SU SISTEMA DIGESTIVO, NO SIRVE DE NADA:

“El tubo digestivo del bebé está inmaduro a nivel de la mucosa digestiva, y su anatomía va a evolucionar de forma importante a lo largo de los seis primeros meses. (...) La mucosa del bebé es muy frágil, muy permeable a las proteínas extrañas. Deja pasar las partículas que pueden ser alergénicas. Hasta alrededor de los tres meses y medio el intestino no actuará como barrera antialérgica”. Es necesario dar tiempo a la muscosa intestinal para adaptarse.
“Hacia el sexto mes está adaptada para absorver y aceptar constituyentes alimentarios distintos a la leche materna”. Michèle Busquet-Vanderheyden lo explica muy bien en “El bebé en tus manos”


Entonces, si hasta el sexto mes no absorbe nada diferente a la leche materna, ¿para qué aportar suplementos, manzanillas pediátricas, o cualquier otro alimento que dificulte su digestión?
Es muy importante valorar en cada caso individual la necesidad de aportar nada diferente a la leche materna antes de los seis meses.


Se debe hacer especial mención a ciertas fórmulas magistrales que aún siguen prescribiendo algunos facultativos. Contienen productos nada recomendables (fenobarbitol y tintura de belladona) para el intestino y sistema nervioso del bebé. Estos enlaces os pondrán al corriente del riesgo que representan:


https://www.mipediatraonline.com/colico-del-lactante-medicamento/
https://www.mipediatraonline.com/bebesincolico/
https://es-la.facebook.com/permalink.php?story_fbid=269246163453136&id=228454320865654


Jesús Garrido García (pediatra, Mi Pediatra Online) y Raquel Chillón (fisioterapeuta) llevan años trabajando para prevenir, mejorar y tratar el cólico del lactante.


2. NO HAY UN BUEN TRATAMIENTO SIN UN BUEN DIAGNÓSTICO:


¿Cómo sé si es un cólico del lactante? No todos los bebés con llanto padecen este mal. Es muy importante tener claros los síntomas para poder hacer un diagnóstico diferencial. Establecer un trabajo multidisciplinar será favorable. Que el pediatra haya diagnosticado bien el cólico habiéndose tenido en cuenta todos los signos que lo caracterizan y descartado otras patologías como intolerancias varias u otras alteraciones intestinales y digestivas, será fundamental.


No obstante existen test validados que nos ayudan a realizar una profunda anamnesis para conocer a fondo los síntomas y las costumbres que se tienen con el bebé, e intervenir o cambiarlas si es necesario.
En principio se trata de un llanto irritativo, no consolable, que suele debutar a los quince días y empeora con la cuarentena, pudiendo extenderse hasta los cuatro meses. El bebé llora más de tres horas al día sin calma alguna, más de tres días a la semana. Pero hay que valorar cada caso en concreto, no es tan fácil. No debe ser igual el tratamiento en un cólico que en el reflujo gastroesofágico o la intolerancia a la lactosa.


Si normalmente el cólico del lactante remite sin necesidad de intervención, ¿por qué tratar? Creo que si tu hijo lo tiene tu respuesta es clara: ¿por qué dejar que el bebé tenga dolor si se puede mejorar con fisioterapia?


3. POSTURAS QUE ESTIMULAN Y FAVORECEN EL DESARROLLO:


Existen posturas que nos alertan sobre el dolor del bebé. Cuando hay un cólico del lactante observamos que el abdomen en su totalidad o en parte está duro y abombado, incluso de forma irregular.


El bebé adopta una típica postura en extensión total que coincide con los episodios de llanto. Lo fisiológico y lo que debo buscar para calmar al bebé serán las posturas en flexión (de piernas-tronco-brazos) que favorecen la relajación de la musculatura abdominal. Seguro que si tu bebé tiene este dolor ya has aprendido esto.


Es muy necesario que poco a poco el bebé vaya tolerando la postura de boca abajo. Al principio serán minutos, porque se agobiará un poco (aprovecha cuando le cambies el pañal o lo vistas), pero a medida que tenga fuerza en la musculatura del cuello y vaya levantando y cambiando de lado la cabeza, esta posición también calmará sus molestias abdominales, a la par que es estimulante para su propio desarrollo psicomotor y su relación con el entorno.
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4. POSTURAS PARA LA CALMA:


Tomarlo en brazos de modo que su abdomen coincida con nuestro antebrazo, en posición semiprono, o sentado hacia delante con flexión de piernas pueden ser dos posturas que le calmen bastante, mientras paseamos.
Recuerda que durante nueve meses ha estado sintiendo un ritmo muy especial que, de repente, ha dejado de sentir: el pulso de tu arteria aorta abdominal. Por eso, pegar su vientre con el tuyo para que vuelva a notar este ritmo puede ser un truco importante a tener en cuenta, y más aún si es piel con piel. Del mismo modo que aplicar suavemente ligeros golpecitos con nuestra mano en el culete, simulando el ritmo del latido...

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El calor es otro de nuestros aliados. Piensa que dentro del útero ha estado calentito y arropado. El contraste térmico que, dependiendo de la época en la que nazca, suele haber entre tu cuerpo y las sábanas de la cuna o el carro, puede ser elevado y poco agradable. Es posible que se irrite cuando lo acuestas. Puedes probar calentando las sábanas con algún tipo de bolsa o saco caliente, o aprender a usar algunos métodos que ya existen preparados para que el bebé siempre tenga su zona abdominal a buena temperatura, como el método Kusiwawa con sus wawa-bands.


Cuidado con el excesivo uso de hamacas o maxicosis ya que abusan de la postura de flexión global del bebé, y dificultan la movilidad voluntaria y espontánea de la cabeza, provocando “aplanamientos” cefálicos nada deseables.


5. COSTUMBRE DE BAÑO:

Curiosamente cuando en la entrevista se pregunta por la predilecta hora del baño, casi siempre los padres responden que suele ser la tarde-noche. Es una decisión casi centrada en la idea de que tras el baño el bebé quedará relajado. Y no es del todo incierta. Lo que sucede es que normalmente el final del día es cuando estamos más cansados, y menos necesidad hay de alterar o añadir más actividad, por otra parte. Además esta franja horaria del final de la jornada suele ser la que el bebé presenta más llanto e irritabilidad.
Es más recomendable que el baño se de por la mañana. El bebé suele estar más calmado y activo a primera hora..

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Además, a partir del primer mes es interesante conocer y tener en cuenta las llamadas bañeras anticólicos. Unos cubos donde el bebé se encuentra seguro (ten en cuenta que ha estado nueve meses en el útero, bañado en líquido con paredes envolviéndolo y dándole seguridad), debido al parecido con el medio del que procede. Por la postura que adquiere el bebé dentro de la bañera se produce una cierta relajación de la musculatura y zona abdominal lo que disminuye el dolor y da tregua.

Es una opción barata e interesante que puede sorprendernos por los resultados tan positivos e inmediatos para el bebé.

Por todo esto, nuestro consejo es que consultes a tu pediatra y a tu fisioterapeuta especialista. Podremos ayudarte y recuerda que disminuir los niveles de ansiedad tanto en los padres como en los bebés os hará disfrutar mucho más de la paternidad.


Si os interesa, en el siguiente artículo hablaremos de postura y agarre en la lactancia. No sabéis qué importante es esto para evitar el cólico y mejorar los gases. Si te ha gustado, comparte. Gracias.

Inmaculada Ruiz, FISIOTERAPEUTA NºCOL. 18-4349


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