Pues sí amigas. La regla no duele, o no debería doler. Y si duele, ¿no sería lógico preguntarnos qué pasa? Si te duele un tobillo, o un hombro, o la tripa, ¿no vas al médico o investigas qué pasa ahí? Medicarse y tratar los síntomas para eliminarlos o camuflarlos no suele ser la solución más acertada. Deberíamos trabajar desde la raíz, modificando el elemento que falla en la cadena, para que no sólo desaparezca el síntoma sino que la funcionalidad sea la correcta. Comprender el dolor Como cualquier otro mecanismo de dolor, este se desencadena como “sistema de alarma”. El dolor se merece un capítulo a parte, o dos. Pero para esto os recomiendo al gran neorólogo Arturo Gooikoechea. En su libro “Know pain, no pain” nos ayuda a entender perfectamente cómo comprendiendo el dolor y sus mecanismos fisiológicos, podemos “librarnos” de él. Libro que recomiendo leer a muchos de mis pacientes, sobre todo a aquellos que por diversas patologías sufren dolor crónico. Menarquia Ahora vamos con la regla. La menarquia es el nombre que recibe la primera regla. Cuando el periodo aparece por primera vez y hasta la menopausia el fluir de hormonas orquestará toda la funcionalidad de nuestro sistema uroginecológico. Esta cadena de acontecimientos puede verse influenciada negativamente tanto por estímulos externos (por ejemplo, contaminación en sus diferentes formas) como internos (patologías, o alteraciones funcionales en hipófisis, hígado, falta de nutrientes necesarios...) Desequilibrio hormonal El desequilibrio hormonal provocado por estos estímulos durante mucho tiempo puede dar lugar a la aparición de diferentes patologías: síndrome de ovarios poliquísticos, miomas, endometriosis, hiperestrogenia (que puede preceder a su vez a alguna de las anteriores) y un largo etcétera. Pero entonces, ¿podemos estar atentas y detectar signos y síntomas que precedan a la enfermedad? La respuesta es clara, aunque no siempre es sencillo el camino: SÍ. Muchas mujeres acuden a consulta porque saben que la fisioterapia en suelo pélvico y uroginecología puede ayudarlas con el problema. “La regla me duele, mucho y desde siempre”. “Continuamente tengo que suplementar mi dieta con hierro porque tengo reglas muy abundantes que me provocan anemia”. La terapia manual junto con otras disciplinas y un cambio importante en los hábitos alimenticios y de deporte conseguirán hacer mucho por tí, si padeces este dolor. He de decir que el compromiso que debes adquirir con tu cuerpo y tu mente para conseguir los objetivos es fundamental. Si uno de estos pilares no es bien apuntalado el desequilibrio reinará de nuevo. No hemos de excluir en este grupo las infertilidades funcionales, de las que ya hablamos en otro post en ginesex. Lo más llamativo es que un gran número de mujeres que sufren este dolor son adolescentes. Y ahí es cuando grito entre enfadada y contenta por poder ayudar un poco desde la osteopatía y la fisioterapia en suelo pélvico: ¡SEÑORAS, SEÑORES, LA REGLA NO DEBERÍA DOLER! Dieta, tratamiento y hábitos saludables Entonces nos ponemos a investigar y a tratar. Como digo, el tratamiento manual no basta. Aplicar técnicas manuales para trabajar a nivel craneal, visceral y estructural en los tejidos de la paciente, es sólo una parte del trabajo. La alimentación, la exposición a tóxicos y otros hábitos deben ser casi siempre modificados para que se restablezca el equilibrio hormonal y reine la paz en el mundo hormonal. Que nuestro sistema uroginecológico funcione como debe es muy importante para una vida sana y plena. Es preocupante conocer datos sobre la edad de la menarquia en las adolescentes ahora, en comparación a los datos de hace 50 años. La regla se ha adelantado una media de 5 años. Fundamentalmente debido a la dieta actual muchas niñas tienen hiperestrogenia, es decir, un nivel elevado de estas hormonas en sangre lo que determina que el periodo se precipite antes. Y diréis, ¿qué de importante tiene esto? Nacemos con un número determinado de ovocitos que se van madurando y liberando en cada
uno de nuestros ciclos para dar lugar al óvulo. Es decir, nuestra edad fértil es limitada. Cuando los ovocitos se agotan, se acabó esta etapa y comenzamos la menopausia. Si la primera regla se ha adelantado, la menopausia también. Si sumamos este análisis al hecho de que cada vez el primer hijo se tiene a edades más tardías, nos encontramos con un problema importante. A su vez, que la menopausia acontezca más temprano también, hará que más mujeres padezcan osteoporosis y otras enfermedades derivadas y degenerativas, más temprano. Si te interesa saber más sobre el tema, y conocer cómo pueden la fisioterapia y los hábitos alimenticios ayudarte, tenemos el taller perfecto para tí: FISIOTERAPIA Y NUTRICIÓN EN LAS DIFERENTES ETAPAS DE LA MUJER. Ponte en contacto con nosotros para saber más.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
|